El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

martes, agosto 30, 2005

La casa de Tea

En todas las ciudades hay puntos mágicos -a veces se conocen, otras sólo se intuyen-. Veamos... estoy convencida de que en la Torre de la Magdalena habita una bruja de las de toda la vida, una bruja que surca los cielos de Zaragoza sobre su escoba en noches de luna llena. Asimismo, sospecho que bajo el Puente de Piedra hay un túnel acuático en el que se oculta la Sirena de la Ribera. Digamos que para esto, hago uso de un sexto sentido.
Pero hoy no me proponía hablar de este sentido en particular sinó de otros dos, en concreto, de la vista y el olfato. He encontrado una tienda en la que ambos sentidos se sienten acunados y mimados al máximo. No puedo evitar deleitarme en sus escaparates. En el de la derecha, suele haber complementos y una bisutería de lo más original y en el otro... ¡Ah...! En el otro hay tiernas muñecas de trapo, todas diferentes, y hadas especiales, ositos, figuritas de los ángeles guardianes de cada mes... Y ¡Claro! ¿Quién se puede resistir ante algo así? Entro, y es entonces cuando me asaltan una mezcla de perfumes variados, a cada cual más exquisito. Especialísimos inciensos, hermosas velas veteadas, pétalos de lavanda, pequeñas setas de madera con olor a heno recién segado, olores para el hogar que invitan al descanso y al ensueño...
Si a todo esto sumais que os reciben siempre con una sonrisa, que sus dueñas no te apuran y te permiten admirar las cosas con calma y que, si tienes tiempo, puedes incluso mantener una agradable charla... te darás cuenta de que has encontrado una tienda mágica.
Así que... si un día, paseando por la calle San Vicente del Paúl, llegas a la puerta de La casa de Tea y ves a una mujer morena, corriente, ni muy alta ni muy baja, con aire ensimismado, sonrisa pensativa y un brillo especial en la mirada... es posible que sea yo, Tana, que me he decidido a mimar mi corazón y he acudido a esa tienda, en la que siempre, siempre, encuentro talla.

jueves, agosto 25, 2005

Mi paz


MI PAZ
La paz es un perro, tumbado a mis pies, que duerme y que sueña.
La paz, una risa que sale del alma.
La paz es el sol entrando en mi casa.
La paz es un niño leyendo en la cama.
La paz es la música, que calma y consuela.
La paz, una vela que adorna la mesa.
La paz es el vino regando la cena...
La paz, lo que siento estando a tu vera.
La paz son mis noches... cuando estás en ellas.

Tana Guiance

jueves, agosto 18, 2005

Desayuno con diamantes



El otro día os contaba que muchas películas me han conducido a la lectura de libros, y rara vez me ha desilusionado el resultado. "Una habitación con vistas", por ejemplo, está adaptada al libro del mismo título de Edward Morgan Forster punto por punto. Supongo que ese es el "quid" de la cuestión. Hay directores que "adaptan el libro" para hacer una película, otros "adaptan su película" al libro.

Como en casi todo, he encontrado una excepción que confirma mi propia regla. Se trata de "Desayuno con diamantes". ¿Quién no ha disfrutado de la elegancia de Holly Golightly? ¿Quién no se ha enternecido ante la joven desvalida que canta Moonriver? ¿Quién no ha sentido ganas de apartar delicadamente el flequillo chorreante de la cara de Audrey Hepburn?

No digo que la novela corta "Desayuno en Tiffany´s" de Truman Capote carezca de interés o esté mal escrita. No es así. Pero si has conocido a Holly-Audrey, ya no encuentras la manera de congraciarte con esa otra Holly que pasea por las páginas del autor:

"Ella seguía subiendo la escalera, llegó a su piso, y la luz del rellano iluminó la mezcolanza de colores de su pelo cortado a lo chico, con franjas leonadas, mezclas de rubio albino y rubio amarillo".

A estas alturas, totalmente enamorada de la sofisticación de la Audrey-Holly que conocí en primer lugar, de su sofisticación y su soterrada indefensión que ocultaba tras un velo de independencia, nadie me va a hacer creer que no tuvo corazón y dejó a "Gato" abandonado a su suerte en aquel mugroso callejón.

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viernes, agosto 12, 2005

Caminos (II)

Serpenteo entre fincas y zarzales para desembocar donde el viento mece al sauce. Mana de la piedra el agua. Del regato formado se alza, raudo, el azul de una libélula saciada.
La tierra que engendra este camino es una madre que no me pide nada. Me abraza en su verdor y se me ofrece. En mi pulso está siempre su llamada.
Tan dentro y al cabo... tan lejana.

Caminos (I)


Mi camino comienza en el viejo lavadero y termina detrás del colegio de mi infancia. Me deslizo por él con pies ligeros, el sol aún no calienta.

Perlas temblorosas de rocío adornan el tejer de las arañas: encajes de fino hilo de seda, cobertores que arropen a las hadas...

lunes, agosto 08, 2005

Escribir sencillamente, sencillamente... Escribir

Abogo por una escritura sencilla, incluída la poesía; que no necesite de una explicación o un diccionario para entenderse. Realmente eso de la "simbología" me queda grande, de verdad. Tampoco pretendo criticar a los que adornan sus escritos y los preparan para literatos del calibre de Sánchez Dragó. Tiene que haber literatura para todos los gustos.
Recibí el consejo de escribir con mensaje. Concienciarme de cómo está el mundo y comprometerme a escribir con seriedad. Sentí una pesada carga sobre mis hombros. Me queda grande esa tarea. ¿Por qué tengo que ser "Pepito Grillo"? Tengo bastante con ser una pequeña conciencia en mi hogar. No quiero más responsabilidades de las que ya tengo, no, gracias.
El consejo y la consiguiente charla concienciatoria me dejaron un tanto confusa y deprimida. ¿Había entendido bien lo que se me quería decir? ¿Es que si no escribo con mensaje oculto carece de valor aquello que escribo? Manuel Rivas, sin saberlo, acudió en mi ayuda durante la lectura de su libro "Mujer en el baño". En el primer capítulo, precisamente el que da título al libro, nos habla de lo que ve en un cuadro titulado del mismo modo; un cuadro perteneciente al arte pop que se puede visitar en el Museo Thyssen, en Madrid.
«Lo que nos dice el cuadro es, a veces, diferente de lo que nos dice el autor. La voz del cuadro, además, va cambiando con el tiempo. En años, pero también en horas, en minutos.
La mujer en el baño, la madonna pop, sonríe y yo le digo lo que de ella dijo su pintor, Roy Lichtenstein. Le digo que nace simplemente como «una experiencia de comunicación visual» en la que el mensaje y la intencionalidad social no existen. Eso fue lo que dijo explícitamente sobre esta obra. Comprendo que pueda resultar duro decir esto a una mujer, o a cualquiera. Tú eres una imagen sin mensaje. Lichtenstein siempre rechazó una intencionalidad social o crítica. Incluso cuando se le suponía una mayor intención irónica, un doble sentido en sus creaciones, por ejemplo las que muestran escenas de guerra, aquellas inspiradas en las viñetas, en los cómics, en los tebeos de hazañas bélicas, y que la mirada puede interpretar como alegorías pop de la violencia, del choque brutal, del drama de la época. Él lo niega; incluso cuando su obra es utilizada como símbolo en protestas pacifistas, él niega esa intencionalidad. Por supuesto, no es que fuese una persona insensible. En absoluto. Lichtenstein afirma con claridad que es pacifista, que conoce muy bien las brutalidades de la guerra. Él mismo participó en una gran guerra. Y participó, aclara, «como cualquier otro». Los testimonios biográficos de Lichtenstein tienen el estilo de su arte. Él se define como una «persona corriente», de esa gente corriente a la que Dios estima tanto y por eso, como decía Abraham Lincoln, tanta hizo. Tanta gente corriente. Roy se identifica con esa condición de persona normal, de persona corriente, nacida en familia de clase media y con una infancia más o menos feliz. »
Todo cuanto se dice en este capítulo sobre los cuadros puede ser aplicado a la escritura. Que no escribas con un mensaje consciente no quiere decir que los lectores no encuentren en tus escritos mensaje alguno.
¡Muchas gracias, Manuel Rivas! Nunca me había sentido tan orgullosa de ser una persona normal, una persona corriente, sólo una persona que ama las palabras y juega a hilvanarla para hacer un collar. ¿Alguien lo quiere? Se lo presto para las verbenas de este verano en su pueblo.

jueves, agosto 04, 2005

Posesión

En mi vida hay muchas películas que me conducen a libros, en cambio, pocas veces me sucede lo contrario; supongo que por eso de la visión del director, que acaba tropezando con la mía, y porque me he llevado muchas desilusiones en ese aspecto. Es inevitable. Comienzas la andadura de los personajes, les vas tomando cariño, antipatía, te resultan imprescindibles o accesorios... y te los imaginas. Viven. Entonces llega la película y... aquel hombre nervudo y moreno se ha convertido en un musculado rubio, o peor, en una rubia porque han decidido enfocarlo desde en un punto de vista femenino, así que sales del cine confundida preguntándote si te has equivocado de libro o de película.

La película "Posesión" de Neil LaBute, me gustó por sus continuos saltos al pasado. Veías un pequeño puente contemporáneo y de repente, un tren de vapor pasaba por él dejando su estela blanquecina ¡Zas! Te habías trasladado a la época victoriana. Bonitos paisajes, una investigación, dos personajes descreídos que han de volver al pasado para hacer renacer sentimientos que creían perdidos... ¿Entretenida? Si, bastante.

Pero el libro... ¡Oh, el libro! ¡Está tan trabajado! Imaginaos una obra que nos habla de unos personajes del presente -Roland Mitchell y Maud Bailey- que investigan la posible relación de otros dos personajes del pasado -los poetas Randolph Henry Ash y Christabel LaMotte-, pero no sólo nos habla de los cuatro personajes y recrea ambas épocas, la contemporánea y la victoriana, sino que nos muestra la obra de ambos autores. La escritora, A. S. Byatt, ha creado la obra poética de ambos autores. Me lancé de cabeza a buscar en internet datos sobre Ash y LaMotte, tan creíbles me parecieron. Y al descubrir que no existían y que mucha otra gente había emprendido su búsqueda, tan reales parecían ser, me di cuenta de verdad de todo el trabajo que había encerrado el libro que descansaba en mis manos. Lo leí, lo subrayé, lo poseí... ahora descansa en un lugar destacado de mi biblioteca. Volveré a él en un par de años y veré entonces qué me cuenta.

"... le escribo a usted como escribo cuando estoy solo, con esa parte de mí -¿qué otro nombre darle? Usted comprende, confío en que comprende-, con esa parte que hace, que es la Hacedora."

"Hasta ahora no me había visto tentado de comentar con otro poeta los recovecos de mis escritos ni de los suyos, siempre he seguido una marcha solitaria y autosuficiente; pero con usted sentí desde el primer momento que tenía que ser la verdad o nada, no había término medio."

"...A penar y lamentar hemos de llegar de un modo u otro; y yo, al menos, si he de tener algo que lamentar, prefiero que sea la realidad y no su fantasma."


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