El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

martes, febrero 06, 2007

Compartir y..., todos contentos

Hoy he leído un artículo sobre las dos esposas de un líder de Hamas. No era el lado político el que se trataba sino cómo era la convivencia de estas dos mujeres que compartían marido.
De cara a la galería, todos contentos y ellas se sienten "como hermanas", pero cuando se sinceran por separado, la convivencia deja de ser tan idílica. La madre de él reclama a la primera esposa que no supiera complacer a su hijo y que de ahí él haya tenido que hacerse con una segunda familia. La primera esposa no acaba de entenderlo: le ha dado seis hijos, lleva veinte años casada con él, desde los catorce..., pero no ha sido suficiente. La segunda esposa nos habla de la "pasiva agresividad" de la primera esposa para con ella, aunque lo encuentra lógico ya que era ella la que había invadido su territorio.
Una amiga me cuenta que ve una serie que trata de algo parecido. Esta vez, y de nuevo gracias a que su religión se lo permite, un hombre convive con tres esposas; o lo que viene a ser lo mismo, tres mujeres comparten el mismo marido. En una misma calle, tres casas alineadas, por dentro, abiertas entre sí para permitir la libre circulación de todos sus miembros. Aparentemente un sólo matrimonio, en realidad, tres. Roces y riñas a la orden del día.
Me pregunto si alguna vez se da el caso contrario. Si dos hombres vivirían, por causa religiosa o cualquier otra razón, con una misma mujer; una esposa para ambos, en la misma casa, si acaso en diferentes dormitorios. Se me hace difícil imaginarlo y es que, en el fondo, compartir según que cosas, no parece que sea nada fácil.