La Navidad de Alicia
Se mantenían en pie aquellas fiestas de diciembre por ilusión, que no por creencias. Alicia tenía, durante unos días, su País de las Maravillas: exquisitas pequeñeces que paladear y un alegre colorido por doquier. Eran los tiempos en los que hacía pequeños milagros provista tan solo de una portentosa imaginación y una fuerte dosis de amor incondicional.
Llegó un momento en el que las buenas intenciones no fueron suficientes y la ilusión se le fue quedando en los recodos del camino. Un día, de repente, se contempló como si no lo hubiera hecho nunca antes. De nuevo era Navidad, pero los colores no le parecían tan vivos, las exquisiteces tenían demasiadas calorías y la cinta azul de su melena estaba tan ajada como una peluca de muñeca vieja.
Etiquetas: Mis pequeños relatos
4 Comments:
Espero que a Alicia le regalen una cinta de pelo nueva, azul brillante, con la que ornar su hermosa melena para que no titubee en seguir caminando. Besotes.
Y es qeu a veces.. apenas nos damos cuenta de lo que vivimos.. y los colores se difuminan... habrá que vivirlo todo más intensamente...
Un fuerte abrazo y mucho cariño Tana¡¡Besitos de azul intenso para Alicia
Por eso,amiga Tana,hay que disfrutar de las cosas mientras se pueda o mientras tengan sentido para nosotros
bicos
Elbúcaro, me temo que no ha habido cinta pero...mmm, Alicia está pensando en cortarse la melena y cambiar de "look" quizás eso la ayude un poco ;)
Brisa... cómo me gustan tus cariños, y si son besos azules -mi color favorito- entonces ya ni te cuento!!!! Mil gracias.
Tienes razón Max, como siempre. Un besote.
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