El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

viernes, octubre 20, 2006

Ojos verdes

"Green Eyes" de Max Hale
Ella tiene unos increíbles ojos verdes y su cabello, rubio y con uno de esos cortes de moda, desfilado e informal, no hace sinó acrecentar un cierto aire de mujer independiente y tierna al mismo tiempo. Se parece mucho a Cameron Diaz, o se parecía, sobre todo cuando su rostro se iluminaba con una sonrisa. Pero ya no sonríe. No puedo precisar cuándo dejó de hacerlo.
Es alta y tiene muy buen tipo. Nadie diría que tiene veintisiete años porque no los aparenta. Nadie diría que es madre de una niña de casi tres. Nadie diría tampoco, al verla, que tiene miedo. Porque no parece asustada, sólo triste, muy triste... Nadie diría que cada x horas debe llamar a un policía que le hace un seguimiento, para saber que sigue viva. Porque su expareja la amenazó con un cuchillo de veinte centímetros, totalmente fuera de sí, con los ojos en blanco: te quiero mucho, pero si no eres mía no lo serás de nadie más. ¡Te mato, antes, te mato!
Hace un tiempo que no están juntos, la convivencia se había hecho imposible. Ella se puso enferma, estuvo una semana ingresada en el hospital. Él no fue ni a verla. La niña estuvo mala, también ingresada -uno de esos virus intestinales que prefieren controlar de cerca para evitar la deshidratación-, él no fue a verla. Pero ahora, ahora que ella ha encontrado un amigo que le brinda apoyo, que la acompaña a pasear con la niña, un amigo con el que "no hay nada más" aunque confiesa que quizás, con el tiempo..., ahora él le dice que o regresa, o no tendrá lugar en el que ocultarse. Se lo dice a ella, lo sigue diciendo cuando la policía se lo lleva esposado, y lo repite una y otra vez ante el comisario, mientras furioso arremete a puñetazos contra la pared. Le retienen hasta el juicio. No hay mucho más que puedan hacer.
El policía que la llama por teléfono para saber que todo va bien, preocupado, le dice que lo más efectivo es desaparecer sin dejar rastro, que lo deje todo y se vaya con su hija. Ella me mira a los ojos y me pregunta: ¿Pero por qué voy a irme, si aquí está mi trabajo, si esta ciudad me gusta? ¿Por qué tengo que irme..., si no he hecho nada malo? Y yo no sé qué decirle. Sé que ella piensa en ese amigo, que es cierto que no hay nada entre ellos aparte de todo lo que conlleva una buena amistad, pero ella sueña en que con el tiempo, cuando no esté tan herida, podría llegar a haberlo, porque él siempre está ahí, porque sería un buen padre para su niña...
No sé por qué me ha contado todo esto, aunque sea clienta habitual de la taberna irlandesa en la que trabaja, una clienta que se esconde en la mesita de la esquina y escucha música, y garabatea con la pluma en un cuaderno mientras degusta su carajillo de Baileys. Pero a veces lo único que podemos hacer por los demás es escuchar. Yo la escucho atenta, y le cojo la mano. Quisiera decirle que todo va a ir bien, que se va a solucionar, pero sólo escucharla me deja sin palabras.
Todos hemos visto casos parecidos en la televisión, sobre todo cuando ya nada tiene remedio, cuando hablan de otra mujer asesinada, la víctima número sesenta en lo que va de año..., ahora yo hago mi propio seguimiento. Voy a tomar café con la esperanza de que todo vaya mejor. Seguiré ahí para ella, a la distancia justa, esperando que algún día reaparezca esa sonrisa que destierre el miedo de sus ojos

sábado, octubre 14, 2006

Sin partitura

A veces la música puede molestarme más que el silencio.
¿Cómo conformáis la banda sonora de vuestra vida? Supongo que a temporadas, como la mía. Porque si el silencio puede clavársete en el alma, también una melodía puede hacerlo. Al igual que una banda sonora puede enriquecer una película, la música que nos acompaña nos puede arrancar un baile, una sonrisa o una lágrima.
La que he tarareado estos últimos tiempos, no me sirve ya. Mis listas de reproducción han de ser borradas. Aparcadas quedan montones de canciones, y Orgullo y Prejuicio y Las horas -tantas horas- porque antes las escuchaba acompañada y ahora lo hago sin unos ojos que se crucen con los míos; y llegará un momento, lo sé, en que me pueda recuperarme y escucharlas esbozando una sonrisa con un tinte de nostalgia. Pero no ahora.
En estos momentos, me acompaña una extraña canción para desentumecerme y bailar sola, sin miradas: "Beyond the bounds" de Maki Kimura. Una canción fuerte, japonés, estribillo en inglés y oh..., el solo de violín -paciencia, llegaréis a él como yo lo he hecho- para girar con un derviche siempre in crescendo.
Ya luego, para relajarse, sin más, el sonido del mar. El mar en calma, el mar con la furia de una tormenta, el mar ensordecido en la niebla, como fondo, mientras suena la sirena de ese barco que busca un puerto, un puerto seguro y guarecido donde esperar a que el sol salga de nuevo. El sol siempre acaba saliendo. Lo sé.

viernes, octubre 13, 2006

Ana Torroja "La fuerza del destino"


Mañana, día 14 de Octubre, en el Paseo de Independencia, a las diez de la noche, podremos disfrutar de la voz y el espectáculo de Ana Torroja, un espectáculo inspirado en la década de los ochenta. ¿Canciones conocidas? Por supuesto, conocidísimas, pero con nuevos matices: Hijo de la Luna con un aire mariachi, Barco a Venus con son de rumba..., y por supuesto, algún que otro single de su carrera en solitario como Duele el amor.

miércoles, octubre 11, 2006

Encuentro


Xana ha estado en Zaragoza pasando unos días y ambas hemos encontrado un ratito para vernos cara a cara, para darnos ese beso y ese abrazo fuerte fuerte que nos dejamos en nuestros respectivos blogs cuando nos visitamos; éstas nuestras casas virtuales con la puerta siempre abierta a la espera de visitas sorpresa, sin fechas ni horarios, sin cita previa...
Ha sido mi primer encuentro con alguien a quien haya leído, y debo decir que ha sido una buena experiencia. Son muchos los que, con buenas intenciones, te ponen en guardia sobre este mundo de la blogocosa, o internet en general: que se finge mucho, que no se muestra uno como es..., así que he debido de tener suerte porque ella es tal cual, con sus nubes, su música y sus ganas de vivir, incombustible, simplemente... Incondicional.

martes, octubre 03, 2006

Rincón del Gourmet. La Rústica. Jávea

La Rústica es un restaurante impecable, fino sin caer en la incomodidad: amplio aparcamiento, cuidado jardín, ambiente sereno, íntimo –ideal para parejas y amigos con ganas de disfrutar de una buena comida, confidencias y labrarse un buen recuerdo en la sobremesa-. La presentación de sus platos es inmejorable: una mousse de gambas para abrir boca seguida de una olla de mejillones al vino blanco, –un placer contemplar cómo la dueña, que desempeña a la perfección la función de maître, limpiaba, cortaba y recolocaba una dorada a la sal-; un auténtico gozo visual contemplar la ensalada de tomate y mozarella, un éxtasis para el paladar ese entrecôte de ternera gallega a las hierbas que se deshacía como la mantequilla contra el paladar. Sus postres, la guinda del pastel: carpacio de piña con helado de coco, crema tostada con helado de canela, fresones con mousse de mandarina, profiteroles de nata regados con chocolate caliente...
Su carta de vinos, aceptable, incluyendo el albariño que degustamos con los mejillones. La amabilidad de la dueña nos invitó a una copa de orujo de hierbas a la miel, mientras esperábamos la cuenta que resultó ser ajustada a la calidad que disfrutamos –entre 25 y 30€ por persona-.

En atención a Max, a Goathemala y aquellos a los que les guste el buen yantar:

La Rústica, Ptda. Absubia nº 64

0730 Jávea (Alicante) tlf 96 5770855 (Tened en cuenta que cierran los lunes)