El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

domingo, noviembre 13, 2005

Regreso a Howards End



"Las casas tienen su propia forma de morir y caen de maneras tan variadas como las generaciones de los hombres. Algunas mueren con un trágico estrépito; otras mueren tranquilamente y van a parar a otra vida en el más allá, en la ciudad de los fantasmas; a otras, por último, y así fue la muerte de Wickham Place, el espíritu las abandona antes de que el cuerpo perezca. Wickham Place había iniciado su decadencia en la primavera, desintegrando a las dos mujeres que la habitaban más de lo que ellas mismas suponían y obligándoles a abordar regiones desconocidas. En septiembre era ya un cadáver, vacío de emociones y apenas santificado por los recuerdos de treinta años de felicidad. A través del arco redondeado de su puerta pasó el mobiliario, pasaron los cuadros y los libros hasta que la última habitación fue despojada de sus entrañas y el último camión se alejó roncando. Durante dos semanas se quedó en pie, con los ojos abiertos, atónita de su propia vaciedad. Luego cayó. Entraron los peones y la redujeron a escombros. Con sus músculos y su buen carácter, con su olor a cerveza, los peones no fueron malos inquilinos para una casa que siempre había sido humana y que no había tomado la cultura como un fin en sí misma."

También a este libro llegué por una película del mismo nombre. Estaba protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins.

Me encanta la agudeza psicológica con la que el autor, Edward Morgan Forster, retrata a los personajes. En la película no acababa de entender cómo una mujer como Margaret Schlegel podía casarse con Henry Wilcox (ella representaba al mundo liberal de la cultura y el pensamiento y él era exponente de la industria y del dinero, del pragmatismo y de la acción), pero el libro me lo ha aclarado por completo.

Si os apetece disfrutar de una prosa elegante y precisa, no dejéis de leerlo. Pasaréis un buen rato.

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Excelente novela. Yo también llegué a ella gracias a la película de James Yvory. Al igual que hizo con Una habitación con vistas plasma a la perfección el ambiente creado por Foster en la novela.

10:25 p. m.  
Blogger Tana said...

A mí me sucedió otro tanto, Irenia. Ví Una habitación con vistas y me gustó tanto, que mi marido me regaló el libro. Luego vi Regreso a Howards End... y mi hijo mayor me regaló el libro. Los libros de mi vida y los hombres de mi vida, de algún modo acaban conectándose. Unos días antes de casarme, mi padre me regaló El perfume, de Patrick Süskind -que estaba siendo superventas en Alemania- y también me gustó mucho. Oí decir que iban a grabar la película... pero no la he visto todavía. Un bico!!

12:08 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tengo entre mis pendientes "El perfume" tomo nota de tu recomendación y a cambio te dejo un ramito de besos :)

1:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me suena la película, aunque no he leido el libro. Gracias por la información. Besotes.

3:27 p. m.  

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