Historia de un abrigo

Un abrigo, algo muy personal, material, casi insignificante, tiene su historia, que no es la de las guerras y los tratados internacionales. Es la historia que no suele ser visible, la historia en la que nos toca definirnos todos los días, sin excepción, la historia que nos forja, una historia que se compone de multitud de historias.
A estas horas, Soledad Puértolas está en la Universidad Popular de Zaragoza. Ayer terminó, también aquí, la Feria del Libro y supongo que la presencia de la autora es un broche de cierre de lo más delicado.
He pensado en el artículo de Kafkaprocesado y por un momento me he planteado asistir con mi ejemplar y pedirle, al terminar, que me lo firme. Su libro me gustó mucho, lo suficiente como para pedirlo de regalo de cumpleaños el año pasado. Luego, se me han apoderado el calor, las pocas ganas de asistir sola, el que quisiera tener una buena pregunta para hacerle y sé que no se me ocurrirá..., y el tiempo que hubiera perdido en el trayecto, lo he ocupado en comenzar a leer de nuevo su libro, armada con un lápiz de color azul. ¿Qué me susurrará este año? Hay libros que cuentan cosas distintas en diferentes lecturas. Destacan en color grafito, las confidencias anteriores, lo ya subrayado.
Etiquetas: Mis libros
2 Comments:
Muchas gracias por citarme.
La próxima vez espero que venzas la pereza y la timidez.
Soledad Puértolas es una buena norradora y también una buena conferenciante.
Y te diré que la primera vez que le tendí el libro a un autor para que me lo firmara, lo hice empujado por un cuñado mío.
Un saludo.
Yo también espero vencerlas... algún día, Kafka ;) a tí te empujó tu cuñado, a mí... ¡Quién sabe!
Saludos!! :)
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