Moncayo
Duerme el guardián de los ensueños de Becquer. Durante su reposo, cae la nieve. Amortiguados los sonidos por el blanco manto, apenas siente sobre él los pasos leves de la mujer que burbujea en risas y va descalza. Suspira él y una gélida brisa recorre la ladera. Los árboles susurran con voz queda y alguna hoja se desliza blandamente en remolino hasta el suelo. Un mundo de cristal, como el que guardan esas bolas que nos daban y agitábamos de pequeños.
Hoy no hay pájaros que alboroten con sus trinos, todo está en silencio. Silencio... Esta mañana, tampoco se ha levantado el Cierzo.
3 Comments:
Eso sí que es una auténtica semana blanca,eh?
muy bonito,sí, muy bonito de veras
bicos
Precioso Tana y lo cuentas tan bien :-)
Un beso.
Me alegro de que os haya gustado. Son pequeñas excursiones, pero se convierten en la sal de la vida. Me gusta disfrutar de lo que tengo a mano, y apreciarlo. Seguiré intentando compartirlo, aunque sea a base de palabras :)
Bicos para todos!!
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