El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

miércoles, enero 11, 2006

El regreso

Fotografía "Brétema": Tana Guiance
Es difícil regresar. También es difícil explicar esa vaga sensación de no haber vuelto del todo. Saber que has encontrado el lugar exacto donde quieres estar. Un lugar donde nada sobra y nada falta. Y resistirte a abandonarlo. Como si esas brétemas que me rodearon formaran una especie de limbo protector.Ésto sólo me pasa cuando salgo de Azpilcueta, de Labakía.
Él lo sabe y de algún modo lo entiende. Conduce todo el camino de vuelta sin esperar que yo le dirija la palabra. A ratos me escucha tararear las canciones que conozco; y a pesar de ello, es consciente de que no estoy allí del todo. Se limita a apretarme la mano. Como si fuera algo de vital importancia. Lo único que me ata e impide que me ausente en mi totalidad.
Siempre me sucede lo mismo. Cada vez se me queda un trocito de alma enganchada en aquellos parajes. Una vez en casa, necesito silencio. Evocar aquel silencio que fue mío durante unos días. No enciendo la tele, ni la radio... pero es inútil. El encantamiento deja de surtir efecto tarde o temprano y de repente, estoy de vuelta. Con sensación de vértigo en las tripas. Como si hubiera utilizado las botas de siete leguas.

Ya estoy aquí. He vuelto.

5 Comments:

Blogger Verso said...

Bienvenida querida Tana, te entiendo perfectamente, hay lugares mágicos de los que nunca querríamos salir. La foto es bellísima.
Beso silencioso.

11:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bienvenida de nuevo Tana. Comprendo muy bien esa sensaciín tuya que queda pegada al espíritu y es como si una parte de nosotros se resistiera a venirse y hubiera decidido a quedarse allí para siempre. Un besote.

7:20 a. m.  
Blogger Max Estrella said...

Los viajes nos llevan a sitios en los que verdaderamente deseamos estar con lo que luego,a la vuelta,dejamos girones de nuestra alma en el sitio en el que hemos estado y nos persigue durante un tiempo...
No obstante ten en cuenta,amiga,que el modo de apreciar el silencio,el descanso...es teniendolo en pequeñas dosis,cuando nosotros deseamos y después de haber vivido en bullicio y ajetreo una temporada.
Besos,bienhallada,te echábamos de menos.

12:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué bien explicas ese sentimiento de pertenencia a un sitio que no no spertenece.

9:38 p. m.  
Blogger Tana said...

Me alegro de que te guste la foto, Incondicional. No tiene mérito, así son los paisajes de Azpilcueta.
Elbúcaro, a mí me ha pasado con este sitio en particular desde la primera vez que lo visité, hace siete años. Desde entonces he regresado cada vez que las fechas y la economía me lo permiten.
Supongo que tienes razón, Max. Pero todavía no he llegado a cansarme de la calma y el silencio. Y el bullicio excesivo me puede. Procuro evitarlo.
Síii, eso me pasa, Piratiña. Y de repente, Zas!! Estás de vuelta. Por eso la sensación de velocidad en las tripas :)
Gracias, Ardi. Me alegro de haber acertado en la descripción porque no es nada fácil.
Gracias a todos por vuestra bienvenida. Yo también os he echado en falta :)
Bicos y achuchones de año recién comenzado.

8:09 p. m.  

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