Enseñanzas
si meto en tu boca algas para que estés sano y fuerte...
dime, pececillo mío ¿Qué harás si me hallo ausente?
Esto es el mar, pescadito, esto no es una pecera
-ese chalet de cristal donde la comida llega desde el cielo, cual maná-.
Te enseñaré dónde están los corales más jugosos,
las cavernas más profundas, el lugar para el reposo,
dónde el sol, hendiendo el agua, juega a ser caleidoscopio...
Te enseñaré cuanto sé
¡Y me parece tan poco...!
Tana Guiance
7 Comments:
Animo :
sobrevivir en Zaragoza es farragoso.
Sin críptico sentido.
a veces estaría bien q hubiera alguien q nos enseñara todo lo q sabe sobre los lugares por los q transitamos, por poco q sea... así sería más fácil, y no sólo para el pececillo. bonitos versos.
Bienvenida de nuevo,ya se te echaba de menos por las letras.
Yo creo que todos somos pececillos,hasta los más mayores...todos necesitados de aprender,siempre....de hecho,uno muere cuando muere su curiosidad
Los pececillos, como mejor aprendemos es con el ejemplo de los que nos quieren y con nuestros propios errores.
Me alegra leerte de nuevo. El bueno que el pececillo se sienta acompañado pero no que sea excesivamente protegido porque no aprendería a valerse por sí mismo.Besitos.
oye a mi también me ha gustado mucho...feliz fin de semana
Prodigioso Tana, hay un mundo en estas líneas.
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