El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

domingo, julio 30, 2006

Memorias de una geisha


- No debemos esperar la felicidad. No es algo que merezcamos. Cuando la vida va bien, es un regalo inesperado. No puede durar siempre.
¿Y por qué no? ¿Por qué ser tan negativos como para pensar que nada dura para siempre? Ese planteamiento nos mete el miedo en el cuerpo y no nos deja disfrutar de lo que tenemos; el miedo atenaza y tiñe de gris los momentos que deberían ser disfrutados en tecnicolor.
Prefiero seguir creyendo en los cuentos de hadas.

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6 Comments:

Blogger Max Estrella said...

comparto esas sensaciones...no vivir el momento y paladear los segundos dulces de felicidad es morir en vida...comparto esa reflexión y sensación
besos,Tana

9:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo a pesar de todo continúo pensando que hay cosas que sí pueden ser para siempre...es verdad que si nos dedicamos a vivir la vida pensando que todo lo que nos gusta, amamos y nos hace felices termina, en el fondo no estamos viviendo...

11:42 a. m.  
Blogger Lúzbel Guerrero said...

Nadie está en contra de tu forma de hacerlo, simplemente constatamos una realidad, si pudiera uno ser feliz siempre, anhelaría el tormento, por pequeño que fuera. He recordado una cita que definía a los pesimistas como optimistas con datos.

11:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tana, hoy has logrado que me sienta menos sola o al menos me he leído en tí, me gusta creer en los cuentos de hadas y ¿sabes? muchas veces suceden.

Un beso enorme ¡

11:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las Hadas tambièn sangran, Lady Tana. El optimismo es dulce, y junto al amor y la fè, acunan el triunvirato de la esperanza; pero el mundo gira, no danza, y aun asì es bello. Tal vez el pesimismo no congratule con vuestra visiòn romantica, pero èste en definitiva, es màs franco y se preocupa por tì. En fin, pienso que el estado màs elevado radica en el desdèn universal, cuando de una vez y para siempre, dejemos de esperar bendiciones y bofetadas divinas. ¡Un saludo desde Wonderland!

7:43 p. m.  
Blogger Tana said...

Un besazo, Max.
Y aunque parezca una contradicción, a veces no puedo evitarlo, Dsdmona. A veces parece que tengo las cosas más claras de lo que las tengo en realidad. Sería ideal poder vivir sin pensamientos que atenacen pero... eso no quiere decir que lo consiga.
:) Luzbel... qué alegría verte por aquí!! Mmm... me encanta la definición que me dejas. Será, al fin y al cabo que realmente lo que me faltan son datos? ;) Pues no sería de extrañar, no señor!!
Brisa :) sí que estamos conectadas; me siento muy cerca de ti y de lo que escribes -que no sé si es lo mismo pero me da que en algunas ocasiones es así-.
¡Hola Frank! ¡Bienvenido! Ese "desdén universal" del que hablas es lo más parecido al equilibrio, y es lo más difícil de conseguir. Así pues, los optimistas seríamos los que esperamos las bendiciones, los pesimistas, las bofetadas -divinas o no-; yo prefiero esperar todo tipo de bendiciones y buena ventura... lo cual no quiere decir que lo consiga. Bofetadas me llegan, no creas, sólo que... me niego a esperar la siguiente y poner la otra mejilla ;)
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Un besote para tod@s!!

7:54 a. m.  

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