El recuncho de Tana

Todos necesitamos un lugar propio. Un sitio seguro desde el que asomarnos a esa niebla en la que nos arriesgamos a pescar dulces sueños... o ácidas pesadillas. Éste es el mío.

Nombre: Tana
Ubicación: Zaragoza, Spain

Érase una vez una mujer que buscaba. Encontró la perfección en la combinación de las palabras y el silencio. Y por eso, siempre estaba acompañada de libros. No renegaba de sus rarezas, se complacía en ellas. Era un poco desastre, pero auténtica. Sí, yo soy ella. A veces dura, a veces tierna... siempre imperfecta.

miércoles, julio 13, 2005

Recién llegada

¿Podéis verme? Estoy sentada en ese banco de piedra, en el descansillo de la escalera. ¿No podéis? Me he colocado en la esquinita de la izquierda y quizás me tapa la barandilla. En estos momentos no sé si subo o si bajo. Mi corazón está acelerado y mis tripas parece que acaben de salir de una centrifugadora. Es la excitación de la primera vez. Lo sé. Eso, y mi afán perfeccionista. Las ganas de hacer las cosas bien.
Hace tiempo que me ronda la idea de tener mi propio cuaderno de bitácora, un cuaderno desastre -que no "de sastre"-, como todos los míos, en los que siempre mezclo sueños, deseos, penas, todo aquello que me gusta o me disgusta, un popurrí de sentimientos; porque desde YA, aviso: a mí lo que más me funciona es lo de sentir y, aunque suene poco romántico, en esto de los sentimientos no me susurra nada el corazón, sino las tripas. Y ya puestos a avisar, debo reconocer públicamente que mis horas altas y bajas coinciden plenamente con las mareas. No sirve de nada que desde hace unos años viva en secano. Las mareas y la luna seguirán marcando por siempre mis altibajos.
Probablemente debería de comenzar por contar algo de mí. Pero la cosa no es tan fácil. Hablar de uno, con sinceridad, es... como desnudarse un poco. Siempre he sido una fémina más bien clásica. No puedo hacerlo así en frío, sin más. Necesito una cierta ambientación. Algo de música que me haga sentir cómoda, una copa de vino -blanco, quizás, para poder tomarlo bien frío-... Pero ahora que me he decidido y he dado el primer paso, espero que los siguientes se me hagan más fáciles.
Una carta de presentación debe ser escrita con cuidado. Las primeras impresiones suelen perdurar así que, debería meditar un poco y quizás escribir un borrador. El calor no me inspira y hoy, en la Ciudad del Viento, no se mueve ni una hoja.
-¿Soplarás un poco para mí? -pregunto tímidamente al cierzo.
Pero el cierzo se ha dormido. ¡Pobrecito! También él tiene derecho a descansar en su recuncho y soñar que está de vacaciones.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola Tana :) aunque no soy el cierzo he venido a dejarte mi brisa :) no creo en las casualidades quizás no existan, igual quizás por eso has llegado a mi blog, y al leerte he encontrado afinidades, he leído cosas que podía haber escrito yo, es por eso que he querido empezar por el principio.

Desnudarse es lo que tiene te hace sentir más vulnerable, pero creo que merece la pena el riesgo...

También esa busqueda de la perfección, recordando que la perfección es imperfecta :) así que igual estás cerca..y si no que importa. Piensa en un momento perfecto...¿Que tuviste que hacer para que lo fuera? seguramente muy poco solo dejarte ser... :)

Un beso y quedate :)

9:57 p. m.  
Blogger Tana said...

Gracias por tu soplo refrescante y de aliento, Brisa.
Un momento perfecto? Déjame pensar... Ya!! Y tienes toda la razón. No tuve que hacer apenas nada, sólo leer un cuento a dos almas entregadas. Seguiré por aquí... y por allí (planeando por "Tu pequeño mundo", que me encanta)Bicos y achuchones :)

6:49 p. m.  

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